Este espléndido piso, resultado de la unión de dos viviendas, se encuentra en un barrio señorial de Madrid. Gracias a sus numerosos balcones una luz maravillosa inunda el interior realzando todos los detalles de este magnífico proyecto que hemos podido disfrutar.
Aunque el piso es de 1922 aún conservaba elementos valiosos que Raúl Martins ha aprovechado para conseguir que en la vivienda volviera a lucir la grandeza de otra época, dotándola de ese encanto parisino de las viviendas de principios del XX que tanto gusta al interiorista. “Hay que destacar el magnífico trabajo de los artesanos y ebanistas de RM, que hicieron moldes de las escayolas de los techos y replicaron las puertas originales, las ventanas y otros elementos añadidos”, explica Martins.
El interiorismo inmaculado, al que nos tiene acostumbrados Raúl Martins crea atmósferas contemporáneas, elegantes y reposadas. Magnifica las generosas proporciones espaciales con una distribución fluida a la que se han añadido estancias nuevas, como el gran vestidor del dormitorio. Acabados y materiales top consiguen acentuar su arrebatadora claridad.
Con la mayoría de las paredes revestidas con boiseries o molduras de madera maciza lacada a mano en blanco, se han elegido tapicerías, textiles y muebles del mismo color y piezas exclusivas, en su mayoría diseñadas por el estudio de Raúl Martins, así como obras de arte minimalistas situadas en puntos estratégicos.
El espíritu clásico de estos espacios se muestra sobre todo en el salón, que luce una paleta casi monocroma y muebles contemporáneos de diseño exclusivo. Destaca la alfombra en seda gris, el sofá, en lino blanco tratado, una moderna butaca de formas redondeadas y otra modelo Luis XV del estudio RM, tapizada con chenilla de Dedar, y un cuadro de Eduardo Lalane. Los techos han recuperado su estética años 20 gracias al trabajo de expertos artesanos.
El comedor. Ofrece una imagen de sencillez en la que destacan la mesa con tapa de Calacatta y patas de nogal americano, las sillas Directorio, tapizadas con telas de Dedar y una consola de los años 40 en hierro, con tapa de estuco, rematada por un cuadro de Elena Morales.
El comedor de diario es perfecto para dos, con mesita de mármol yugoslavo y latón, diseño de RM, y sillas de la tienda online de Martins.
En la cocina, la gran isla exenta de Calacatta Gold protagoniza el espacio que se completa con muebles de Mobalco, encimera de Silestone y electrodomésticos de Siemens y Neff.
En la cocina, la gran isla exenta de Calacatta Gold protagoniza el espacio que se completa con muebles de Mobalco, encimera de Silestone y electrodomésticos de Siemens y Neff.
En el pasillo se ha restaurado el suelo original de pino melis recuperando su extraordinario veteado.
El dormitorio está vestido con telas de Pepe Peñalver y cortinas de Manuel Cánovas. Destacan dos lamparitas de la tienda findinds-gallery.com y un cuadro de Elena Morales.
Raúl Martins
Estudió Ciencias Políticas y de la Administración en la Universidad Complutense de Madrid y Arquitectura de interiores en 1996 en la Universidad Politécnica de Madrid. Completó su formación académica con un curso de Paisajismo en la Universidad de Bath y otro curso de Restauración de patrimonio histórico en la Universidad de Escocia.
Su estudio está compuesto por un equipo multidisciplinar que abarca las distintas áreas del interiorismo, la decoración, la arquitectura y el diseño gráfico. Ha realizado proyectos residenciales en Europa y Estados Unidos, sedes corporativas de distintas empresas, espacios comerciales, clínicas privadas y show-room corporativos. También ha desarrollado sedes para el cuerpo diplomático y colaborado con clubs privados, eventos sociales y eventos comerciales con carácter efímero.
Fuente: Raúl Martins
Raúl Martins
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