La Gaia by Óscar Molina: el alma de Ibiza en un viaje sensorial firmado por Sandra Tarruella

26 junio 2025
La interiorista reinterpreta la arquitectura tradicional ibicenca desde una mirada contemporánea, desarrollando un escenario tan envolvente como la cocina que allí se sirve, una coreografía espacial que acompaña, y amplifica, cada paso del ritual culinario.
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En el interior del Ibiza Gran Hotel, ese refugio de lujo sereno que asoma a las murallas de Dalt Vila, Sandra Tarruella despliega su maestría para renovar La Gaia by Óscar Molina, el restaurante gastronómico con estrella Michelin del hotel. El resultado es un escenario tan envolvente como la cocina que allí se sirve, una coreografía espacial que acompaña, y amplifica, cada paso del ritual culinario.

“Trabajar en La Gaia fue como construir un escenario para una representación sensorial —explica Sandra Tarruella—. Sabíamos que estábamos diseñando para uno de los mejores chefs de España, y que el espacio debía acompañar, no competir, con su propuesta”. Para el equipo de Sandra Tarruella, el reto consistía en traducir esa experiencia gastronómica en una arquitectura silenciosa pero significativa, capaz de emocionar.

La propuesta creativa ha sido muy clara: reinterpretar la arquitectura tradicional ibicenca desde una mirada contemporánea y refinada, sin perder su esencia. “Para otorgar mayor carácter al restaurante y arropar la cocina del chef Molina en este espacio tan extenso, pensamos que era una buena idea realizar una composición de arcos inspirados en las iglesias ibicencas, en la arquitectura popular”, señala la interiorista. “Eso nos permitía, además de esconder los pilares dentro de los propios arcos, subdividir el espacio, creando subespacios y rincones especiales, pero sin renunciar a tener una visión global de lo que sucede en el restaurante”.

La intervención se sitúa dentro de un ambicioso proceso de renovación del hotel, tras la transformación previa de su Gran Suite Dalt Vila y del Open Spa. En esta nueva fase, además del restaurante, el estudio ha rediseñado también el lobby del hotel y el nuevo bar Musa. Todo ello desde una mirada que busca “rescatar los elementos esenciales del edificio, eliminar capas añadidas a lo largo de los años y fundirnos con los materiales, los colores y la luz de Ibiza” explica Tarruella.

El diseño de La Gaia sigue fielmente el recorrido gastronómico que propone el chef. Al entrar, una barra central de formas orgánicas da la bienvenida con los primeros entrantes. Más adelante, dos contundentes barras revestidas en piedra natural enmarcan la cocina vista, donde Molina saluda personalmente a los comensales. Allí, como un guiño al pasado, flotan de nuevo las medusas de la artista danesa Katrin Kirk, una instalación recuperada del antiguo local.

En el extremo opuesto, un arco separa la zona del reservado: una gran mesa de madera de formas escultóricas se extiende bajo una lámpara suspendida que arroja destellos de luz sobre una alfombra de piedras naturales, dispuestas en un delicado patrón orgánico. “Cada rincón del restaurante debía tener su propia identidad, su intimidad. Pero todo debía formar parte de una misma historia, sin interrupciones”, resume Tarruella.

Entre los arcos, las mesas se distribuyen sin rigidez, como pequeñas islas dentro del espacio. Algunos gueridons se integran en los gruesos muros como hornacinas; otros son ligeros, metálicos, con bandejas de madera o cuero; otros más pesados, parecen brotar del suelo como pequeñas esculturas funcionales. En las fachadas, paneles de fibras naturales tamizan la luz y evocan la artesanía tradicional de la isla.

Los materiales elegidos —cal, piedra, madera, fibras vegetales— no solo remiten a la arquitectura local, sino que refuerzan una atmósfera de calma, de sobria hospitalidad mediterránea. “Queríamos un espacio sereno, que respirara, que reflejara la luz blanca de Ibiza y acompañara la experiencia gastronómica sin robarle protagonismo. Un lugar donde la belleza se percibe, más que se observa”, afirma la interiorista.

La Gaia se revela sin disfrazarse. Es alta cocina, sí, pero también diseño honesto. Es sofisticación sin artificio. Y sobre todo, es Ibiza. No la fugaz, sino la atemporal. La que permanece en la memoria cuando todo lo demás se desvanece.

Proyecto: Ibiza Gran Hotel. La Gaia by Óscar Molina.
Ubicación: Ibiza.
Interiorismo: Sandra Tarruella Interioristas.
Dirección creativa: Sandra Tarruella.
Responsable del proyecto: Núria Martínez.
Colaboradores: Laura Porta, Alex Vila.
Arquitecto: Rafael Seguí.
Constructora: Cyros.
Fotografía: Salva López.
Terminado: 2025.
Superficie de actuación: 408 m2.
Mobiliario y lámparas: Roche Bobois, Gallotti&Radice, Maxalto, BSB, La Metropolitana, Santa&Cole, Wastberg, Viabizzuno, Contain Studio, Pulpo, Marset,…

Sandra Tarruella

Premio de Honor Casa Decor 2025, Sandra Tarruella es una de las grandes referencias del interiorismo contemporáneo español. Con más de 150 proyectos en su haber y una sensibilidad única para la luz, los materiales y el contexto, su obra transforma los espacios en experiencias habitables con identidad propia. Su estudio —fundado en 1992— se ha consolidado como un referente en el diseño de interiores para hotelería, restauración, retail y oficinas, con un sello marcado por la atención al detalle, la colaboración con artesanos y una mirada siempre contemporánea. Ver biografía.

Fuente: Sandra Tarrruella Interioristas.

Sandra Tarrruella Interioristas
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