Patio House, de Solum Studio: Un laberinto de silencio que mira al mar como promesa

En la costa sur de Sicilia, allí donde la tierra termina rompiéndose en acantilado, una estrecha parcela se convierte en sendero arquitectónico. En ella, los arquitectos milaneses de Solum Studio han proyectado Patio House, una vivienda tan abstracta como orgánica, tan silenciosa como meticulosamente pensada. La casa ocupa el solar entero, estirándose desde la carretera hasta el horizonte del mar. Pero su gesto no es la conquista sino el retiro. La arquitectura se cierra sobre sí misma, se excava y se protege del exterior. Solo al final, como una recompensa,  como una promesa, se abre hacia el mar.

El recorrido es el alma del proyecto. Un pasillo a cielo abierto, atraviesa la vivienda de parte a parte, como un espinazo. No hay pasillos interiores, ni conexiones forzadas: cada habitación —cinco en total— se abre a ese paseo central a través de pequeñas puertas, mientras que un sistema de patios independientes protege la intimidad de cada espacio y filtra la luz. La secuencia espacial tiene algo de rito, de tránsito entre sombras y luces. El paseo se ensancha y se estrecha, en un juego laberíntico de llenos y vacíos, muros y aperturas.

Al final de ese recorrido —más emocional que funcional— espera el salón. Es ahí donde la casa, hasta entonces cerrada, se rinde al paisaje. Grandes ventanales correderos se funden con los muros para dejar pasar la luz del mar, que invade la zona compartida: salón comedor y cocina, iluminada además desde otro patio, donde una escalera de líneas severas conduce a la terraza superior. Desde allí, el mar exhibe toda su belleza, y la geometría de la planta se revela con claridad: un juego de trazos densos, como un laberinto visto desde el aire.

Las texturas, los materiales y la paleta cromática completan la atmósfera: muros estucados en tonos tierra, suelos de hormigón cálido, piedra de Noto en las terrazas y piedra volcánica en la piscina. Todo habla el lenguaje de la sobriedad, de lo esencial, de lo que resiste el paso del tiempo con discrección. No hay cristales en la fachada, ni gestos decorativos. Hay tierra, sombra y una calma que no es muda, sino contenida.

Patio House no muestra desde fuera la riqueza de su interior. Su misterio está en la secuencia. La forma de habitarla se convierte en un acto casi ritual. Es una casa que respira la espiritualidad de los templos. Una arquitectura que no presume sino que ofrece paz, silencio y sosiego. Y al final de todo, como un secreto compartido con el visitante, el regalo del mar, la promesa sentida.

Proyecto: Patio House.
Arquitectura: Solum Studio.
Arquitectos: Lorenzo Campagna, Filippo Gismondi, Mattia Agates y Lorenzo Loda.
Terminado: 2025.
Fotografía: Nicolò Panzeri.

Solum Studio

Solum Studio traza sus ideas desde el corazón creativo de Milán, en un espacio donde el pensamiento arquitectónico convive con la práctica cotidiana. Fundado en 2019 por Mattia Agates, Lorenzo Campagna, Filippo Gismondi y Alessandro Loda, todos ellos formados en la Accademia di Architettura de Mendrisio, el estudio nace del deseo compartido de construir una arquitectura esencial, silenciosa y rigurosa, que no solo dialogue con su entorno, sino que lo escuche con atención.

Antes de establecerse en Italia, sus trayectorias individuales los llevaron por Lisboa, Londres o Lugano, donde trabajaron en estudios como Manuel Aires Mateus, Al-Jawad Pike o HKS Architects. Esta mirada internacional, sin embargo, nunca les hizo perder el arraigo. En paralelo a sus primeros encargos, fundaron en 2017 la sociedad estudiantil Concreto, un colectivo que ya entonces anticipaba su inclinación por la reflexión crítica, la representación visual y la arquitectura como práctica colectiva.

Solum Studio se mueve con soltura entre escalas, disciplinas y geografías. Desde viviendas unifamiliares hasta mobiliario, desde instalaciones efímeras hasta concursos internacionales, su trabajo apuesta por la contención, la materialidad, la luz y el vacío. El proyecto Patio House, en Avola (Sicilia), es una de sus obras más representativas: una casa excavada en el paisaje seco, que busca proteger y a la vez revelar lo esencial.

Además de su labor proyectual, los cuatro fundadores combinan el trabajo de estudio con la docencia en el Politécnico de Milán, donde transmiten a las nuevas generaciones esa arquitectura pausada, coherente y atenta al lugar que ellos mismos practican.

Fuente: Solum Studio