La Casa Oskar, diseñada por el arquitecto Jan Žaloudek, se ha construido en un generoso jardín barroco que originalmente pertenecía al castillo vecino en el pueblo de Kamenná Lhota, en el sur de Bohemia. La especial atmósfera del lugar se enriquece con los restos de un granero barroco, árboles centenarios y un muro de piedra que enmarca la amplia propiedad, abriéndose hacia el pintoresco paisaje rural.
La casa, que encarna la filosofía de contemplación, inspiración y recreación, fue construida por el arquitecto para él y su familia. Žaloudek y su esposa, la historiadora del arte y escritora Jolanta Trojak, soñaban desde hace tiempo con un lugar en el que conectar con el paisaje o retirarse hacia el interior para recuperar la fuerza física y mental. Imaginaban un espacio que no solo invitara al descanso, sino que también fuera una fuente de creatividad e inspiración, cualidades fundamentales en su vida cotidiana.
Con meticulosa atención al detalle, crearon un espacio donde incluso las rutinas más simples del día a día se transforman en experiencias pequeñas y profundas. La Casa Oskar es un microcosmos único: un santuario armonioso para dormir, leer, comer y crear, todo en simbiosis con el universo más allá de sus ventanas.







Perfección, imperfección, intemporalidad
El diseño de la casa estuvo condicionado por la topografía local y las restricciones para construir en un entorno culturalmente protegido. El arquitecto integró cuidadosamente el edificio en el paisaje y el contexto histórico, asegurándose de que no eclipsara al castillo y de que emanara un carácter intemporal. Inspirado por la idea de una capilla—ausente en el pueblo—el resultado es una arquitectura que armoniza los contrastes: lo nuevo y lo antiguo, el interior y el exterior, la perfección y la imperfección.
El diseño respeta la forma alargada tradicional de las casas con tejado a dos aguas, recurriendo al vocabulario de las construcciones agrícolas locales. La mampostería perforada, con aberturas para la luz y el aire como las que se encuentran en estructuras históricas cercanas, es el rasgo que define el edificio. Este detalle actúa como protector solar en el muro del hastial sur e inspira el patrón de los paneles de sombreado de madera en las demás fachadas. La forma compacta de la casa está recorrida por nichos en cada fachada—referencias a la morfología barroca. Estos nichos forman vestíbulos de entrada y porches que permiten una protección solar flexible. La casa puede abrirse completamente al paisaje, conectando a sus habitantes con el mundo, o cerrarse para destacar su carácter meditativo.

Los materiales de construcción rinden homenaje al carácter local de las edificaciones y el paisaje circundantes. La estructura portante consiste en mampostería cerámica aislada combinada con elementos de hormigón armado. La fachada de estuco blanco evoca el tono y la textura de los edificios vecinos. El tejado está revestido con tejas cerámicas cocidas, y los paneles de sombreado están hechos de abeto y pino checos blanqueados.
Los ciclos naturales y la luz
La vida en la casa está íntimamente ligada a los ciclos naturales y al movimiento de la luz del día. Desde el dormitorio y el espacio principal, que se abre a una vista panorámica del huerto, los residentes pueden contemplar el amanecer y la salida de la luna. La fachada sur, con su muro de hastial perforado y su impresionante ventana circular, conecta el espacio social con el patio y las ruinas del granero. Generosas aberturas fusionan sin esfuerzo el interior con el exterior, extendiéndose hacia terrazas de madera, vegetación exuberante y el frescor de los muros de piedra históricos.
La fachada occidental, con su nicho de entrada, protege la casa de las vistas del pueblo. Un nicho abovedado en el hastial norte introduce luz en el dormitorio, el baño y los espacios de servicio, evocando las formas curvas del castillo barroco cercano.
La entrada de luz solar en el interior puede regularse a lo largo del día mediante paneles blancos de sombreado. Una habitación iluminada puede transformarse rápidamente en un espacio cerrado y mágico donde la luz y la sombra juegan hipnóticamente. Por la noche, la luz invierte su dirección, y la casa, iluminada por sus nichos brillantes, irradia hacia el paisaje. El interior se ilumina con luminarias blancas minimalistas, complementadas por linternas japonesas de papel washi y el resplandor titilante de una estufa de leña.



Inspiración espiritual
Detrás de la morfología tradicional de la casa se encuentra un interior original. En contraste con el exterior blanco, el interior es cálido y curvado. El espacio principal sorprende con un generoso techo abovedado que se eleva hasta los siete metros de altura, subrayando su inspiración espiritual. Los muros de estuco blanco y las grandes ventanas con marcos de aluminio acentúan aún más el carácter etéreo del espacio. Otro guiño a la arquitectura eclesiástica es la ventana circular de dos metros de diámetro que perfora el hastial sur de la casa.




El punto focal del interior es una cocina curva de madera con una isla hecha de granito indio Shivakashi, que recuerda a un altar de iglesia. Este es el centro de todos los rituales cotidianos. En la parte sur del espacio hay un comedor con mesa y sillas de roble, presidido por una talla de madera de la Virgen del siglo XIX. Frente a este, una zona de descanso con un largo sofá ofrece vistas tanto al paisaje como al patio con las ruinas del granero. El sofá está enmarcado por un tapiz de lana de oveja sin teñir.



Además del espacio principal, la planta baja incluye un baño, un aseo, un cuarto técnico y uno de los dormitorios. En toda la casa, el mobiliario de madera y piedra diseñado a medida por el arquitecto crea una estética coherente. Esto incluye camas y armarios de madera maciza, un banco de granito negro en el pasillo y mesillas de noche a juego.

La planta superior se concibe como un apartamento independiente con dormitorio, baño y estudio. A diferencia de la planta baja, que mantiene una conexión abierta con el mundo exterior, el ático es un espacio cerrado, tipo capullo, ideal para la reflexión, la lectura y la creación. Pequeñas ventanas en el tejado iluminan esta caverna blanca y compacta, recorrida por nichos y arcos.


Arte en cada detalle
El arte desempeña un papel fundamental en la vida de la familia, cuya colección abarca desde el modernismo checo hasta obras contemporáneas. Este amor por el arte está omnipresente en su hogar. El dormitorio cuenta con un panneau japonais del siglo XIX, junto a una pintura contemporánea de gran formato de Antonie Stanová y esculturas de Michal Janiga. Esculturas de piedra de Vanda Hvízdalová se exhiben sobre pedestales de travertino en el ático.
El enfoque curatorial de la familia se refleja en cada detalle de la casa. Los visitantes son recibidos en el vestíbulo de entrada por una máscara ceremonial de madera de Gabón, mientras que el espacio principal cuenta con un taburete africano tallado en una sola pieza de madera y cerámica original de Martin Hanuš. Los dormitorios y el ático están iluminados por lámparas escultóricas Akari, diseñadas por Isamu Noguchi. Una amplia colección de libros de arte es parte integral del ambiente del hogar.





Obra de arte total viva
La Casa Oskar, que lleva el nombre del compositor cosmopolita Oskar Nedbal—quien compuso su opereta Sangre polaca en el castillo vecino—es un espacio que los propietarios desean compartir. Esta singular obra de arte total (Gesamtkunstwerk) está abierta al público, ya sea mediante alquiler tradicional o como sede para residencias artísticas, eventos emergentes y talleres. Los propietarios esperan fomentar una comunidad vibrante de personas creativas e inspiradoras en torno a la casa.



Proyecto: Casa Oskar.
Estudio: Jan Žaloudek Architekt.
Autor: Jan Žaloudek.
Finalización: 2025.
Ubicación: Kamenná Lhota, 391 33 Borotín (República Checa).
Superficie construida: 180 m².
Parcela: 8.504 m².
Fotografía: BoysPlayNice.
Retratos: Hana Knížová.
Proyecto de construcción: Projekty S+S. Jana Tůmová.
Paisajismo: Atelier Rouge. Jitka Tomsová.
Texto: Jan Žaloudek Architekt.
Traducción: Exágono.
Materiales
Hormigón – suelos, techos. Solera de cemento – suelos. Granito Shivakashi – mobiliario diseñado a medida, revestimientos. Granito Mist Black – mobiliario diseñado a medida. Fresno – mobiliario diseñado a medida. MDF + chapa de roble – mobiliario diseñado a medida. Bloques cerámicos – muros. Azulejos cerámicos – superficies de baño. Tejas cerámicas cocidas – cubierta. Alerce checo – terrazas. Aluminio – ventanas.
Productos y marcas
Sofá Quilton de HAY. Silla Norr11. Mesa de comedor Oku. Mesa de centro Gear — Norr11. Lámpara Kürbis, alfombra Athens, sillón Rico — Ferm Living. Lámpara Studio Line — Bega. Alfombra no. 07 — Cappelen Dimyr. Lámpara Konoha — Marset. Sillón Easy — Frama. Lámparas Akari 10A, Akari 1A — Vitra. Lavabo Lola Red de travertino, rodapiés de travertino — Talka. Ropa de cama Nieve — Marieli. Ventanas — Schüco.

Jan Žaloudek
Graduado por la Academia de Artes, Arquitectura y Diseño de Praga, Jan Žaloudek forma parte de una nueva generación de arquitectos checos que conciben su práctica como un ejercicio profundamente humanista. En su formación confluyen el rigor académico —en los estudios de Jindřich Smetana y Jan Šépka— y una sensibilidad artística cultivada en experiencias internacionales, como su paso por la School of Visual Arts de Nueva York.
Desde la fundación de su estudio en 2020, Žaloudek ha desarrollado proyectos residenciales e interiores de distintas escalas, siempre con una mirada precisa hacia el contexto, los materiales y la vida que ha de acontecer en los espacios. Su aproximación a la arquitectura se nutre de una filosofía que privilegia la armonía con el lugar, la calidad del habitar y una cierta dimensión espiritual de lo cotidiano.
Más allá del edificio como objeto, sus proyectos exploran una relación emocional con el entorno, buscando despertar una experiencia sensorial profunda. Esta visión se refuerza con la colaboración constante con artistas contemporáneos, tanto de las artes plásticas como aplicadas, en un intento de disolver los límites entre arquitectura, diseño y arte.
Casa Oskar es, sin duda, su obra más personal y a la vez una síntesis de su ideario: arquitectura silenciosa, respetuosa, inspiradora, donde el tiempo y la belleza pueden desplegarse sin urgencia.
Jan Žaloudek Architekt
Slunná 7,
160 00 Praga (República Checa)
zaloudek.architekt@icloud.com
janzaloudekarchitekt.cz