Graduado por la Academia de Artes, Arquitectura y Diseño de Praga, Jan Žaloudek forma parte de una nueva generación de arquitectos checos que conciben su práctica como un ejercicio profundamente humanista. En su formación confluyen el rigor académico —en los estudios de Jindřich Smetana y Jan Šépka— y una sensibilidad artística cultivada en experiencias internacionales, como su paso por la School of Visual Arts de Nueva York.
Desde la fundación de su estudio en 2020, Žaloudek ha desarrollado proyectos residenciales e interiores de distintas escalas, siempre con una mirada precisa hacia el contexto, los materiales y la vida que ha de acontecer en los espacios. Su aproximación a la arquitectura se nutre de una filosofía que privilegia la armonía con el lugar, la calidad del habitar y una cierta dimensión espiritual de lo cotidiano.
Más allá del edificio como objeto, sus proyectos exploran una relación emocional con el entorno, buscando despertar una experiencia sensorial profunda. Esta visión se refuerza con la colaboración constante con artistas contemporáneos, tanto de las artes plásticas como aplicadas, en un intento de disolver los límites entre arquitectura, diseño y arte.
Casa Oskar es, sin duda, su obra más personal y a la vez una síntesis de su ideario: arquitectura silenciosa, respetuosa, inspiradora, donde el tiempo y la belleza pueden desplegarse sin urgencia.