Cristina Carulla restaura una masía del siglo XII en el pintoresco pueblo medieval de Cruïlles en Girona, consiguiendo un equilibrio entre tradición y modernidad

Esta masía, restaurada por Cristina Carulla, se encuentra en el pequeño pueblo medieval de Cruïlles, situado en el Baix Empordà (Girona), que conserva parte de su muralla y la Torre del homenaje del antiguo castillo, con una vista excepcional del antiguo monasterio benedictino de Sant Miquel de Cruïlles. 

La masía, de 500 m², está integrada en la antigua muralla y cuenta con un jardín de 300 m² y una casa de huéspedes independiente. El proyecto combina elementos rústicos y tradicionales con una intervención contemporánea, dando como resultado interiores espaciosos, abundante luz natural y un diseño personalizado fusionando la autenticidad de la arquitectura clásica con toques contemporáneos, creando un ambiente cálido y acogedor lleno de detalles encantadores que incitan a la relajación.

La luz natural, que cambia a lo largo del día y da vida a los espacios, es un elemento central del proyecto, así como la privacidad, manteniendo una sensación de serenidad y retiro a pesar del entorno urbano.

El interior exhibe piezas de arte únicas y mobiliario exclusivo, desde un tapiz artesanal hasta obras de arte con significado personal para el propietario, creando una conexión emocional en cada habitación.

La restauración incorporó cerámica y piedras recuperadas, suelos de arcilla y madera maciza, manteniendo una paleta terrosa con acentos cálidos y texturas naturales, como yute y porcelana recogida a lo largo del tiempo.

La intervención consigue un equilibrio entre tradición y modernidad, dando como resultado una casa íntima y sofisticada que invita a la contemplación y a vivir en armonía con el entorno rural.

Proyecto: Casa Cruïlles.
Interiorismo y restauración: Cristina Carulla Studio.
Ubicación: Cruïlle. Girona.
Superficie: 500 m².
Terminado: 2024.
Fotografía: Nacho Alegre.

Cristina Carulla

Cristina Carulla estudió Diseño de Interiores en la Parsons The New School for Design de Nueva York. Durante su época de estudiante, colaboró en Rhobin DelaCruz Studio aprendiendo las singularidades del mercado estadounidense y dirigió dos exitosos proyectos en el Lower y Upper East Side de Manhattan.

Vivió en Ciudad de México trabajando como periodista para la división Hogar de la revista Elle, escribiendo sobre las últimas tendencias e interiores clásicos. Tras su paso por Elle, Cristina llevó su pasión por el diseño de interiores al siguiente nivel y abrió su propia tienda de restauración y muebles con nombre Dimitri. También diseñó su primer restaurante, Felix Bar, en la Colonia Roma, así como una casa adosada en el mismo barrio.

De vuelta a Barcelona, trabajó durante tres años con Lázaro Rosa Violán antes de fundar su propio estudio en 2015.

Fuente: Cristina Carulla Studio.