Gallego (A Estrada, Pontevedra 1972) con residencia en San Fernando de Henares (Madrid), Javier es un escultor cuyas principales características artísticas parten de la importancia en el uso de materiales diferentes, así coma la constante aparición del juego y la espontaneidad en sus procesos creativos junto con guiños eclécticos a sus referentes de juventud.

Aficionado a la fotografía creativa, Javier se mantiene atento siempre a la capacidad de sorpresa de las formas, a ofrecer una segunda vida a los materiales que usa, impregnándolos de cierta dosis de “desubicación» y a unas sutiles dosis de ironía (retranca gallega) inherente a sus genes. 

Desde que uno interioriza que en este mundo la madera es infinltamente más importante que el diamante, aunque al segundo se le da infinitamente mayor valor que al primero, la visión de todo lo que nos rodea está predispuesta a la duda y al cambio.

El conjunto de la obra actual de Javier Beiro resulta un jardín particular. Una constante germinación de cambios, espontaneidad, juegos visuales e ironía, plantados en el fértil terreno de la inconsistencia vital, tan perturbadora como necesaria a la hora de valorar lo etéreo de la vida.

A través del empoderamiento de los materiales, de la torsión en las formas, de los desequilibrios ornamentales o de los propios amores artísticos del autor, nos encontramos ante una obra ecléctica, colorida, donde lo abstracto solicita el permiso para hacer pensar. Al fin y al cabo, la función del arte debe ser, además, invitar a la reflexión y cuestionarse principios hipotéticamente establecidos o ser un reflejo de la realidad bajo una mirada particular.