La investigación artística de Antoni Arola gravita en torno a un elemento esencial e inmaterial: la luz. Lo hace tanto en su ausencia como en su presencia, ya sea natural o artificial. A partir de este diálogo con la luz —y su interacción con el espacio—, busca apelar a la percepción visual del espectador, invitándolo a sumergirse en un mundo nuevo: intangible, poético y siempre abierto a nuevas interpretaciones.
Para ello, su obra responde a la eterna búsqueda de la belleza. Una búsqueda intuitiva y permeable al azar. Una búsqueda inspirada fundamentalmente en culturas ancestrales, códigos digitales y encuentros fortuitos. El método es el juego, y la máxima: el uso del menor número de elementos posible. Más allá de la luz y el espacio, el color es otra de sus constantes.
Su larga carrera dedicada a la exploración de la luz le ha llevado a exponer en todo el mundo y a recibir varios premios y reconocimientos. Antoni combina su práctica artística con proyectos comerciales y la enseñanza.