María Xesús Díaz tiene una larga trayectoria. Estudia en la Escuela de Artes de A Coruña su ciudad natal, y en 1987 realiza su primera exposición en Madrid y A Coruña con motivo de la Muestra de artes plásticas 75 años Unión Fenosa. Sus décadas en la pintura están marcadas por un camino centrado en la evolución hacia la consolidación de un estilo propio y la experimentación con tendencias paravarguandistas que le llevan a unos años 90 impregnados por una estética que bascula entre el naif y el costumbrismo. Lienzos de esa época dejan ver una autora en la que el dibujo dominaba sus composiciones, y un color, rotundo y eficaz, aparecía menos desarrollado. Ya entonces, impregnaba a sus lienzos de una carga emocional y una transmisión de sentimientos que no dejaba indiferente al espectador.
Ya entrando el siglo XXI, una tendencia impresionista y la deconstrucción de las superficies a través de la espátula, irá conformando el estilo que hoy define su obra e inicia el camino que le lleva a su plenitud creadora y estilística. Lo más sorprendente es que, aunque podría parecerlo en una primera visión por el ímpetu del color, la artista coruñesa no ha abandonado en absoluto la figuración. En la puesta en escena de sus composiciones se vislumbran cielos desdibujados, árboles, horizontes en lejanía, montañas, puentes, caminos, marinas y paisajes urbanos. Segmentados por la huella de la espátula, y deconstruidos acercándose a la abstracción, incluso a la estética del collage.
La autora convierte sus lienzos en un homenaje a la poética de la mancha, a la huella física del pigmento, manteniendo de forma mágica su capacidad de emocionar, y a la vez ofrecer una muestra personal de extraordinaria calidad pictórica. Es la incontestable realidad de que es uno de los grandes valores de la pintura gallega actual. texto de María Fidalgo Casares, doctora en historia, investigadora y crítica de arte
En sus piezas se encuentran, grandes y pequeños espacios donde la mancha es la propuesta, en un marco que deja volar la imaginación a múltiples interpretaciones, desembocando siempre en sentimientos reconfortantes. Acercarse a su pintura es acercarse a su interior.
La obra de la pintora visita distintas ciudades dentro y fuera del Estado Español. Participa en diferentes ferias de Arte y encuentros artísticos. Estas actividades se convierten en una parte importante de su vida y la llevan a establecer un conocimiento de las obras y los artistas.
Forma parte del jurado en diferentes premios y certámenes. Destacando: Premios da crítica de Galicia 2020 – Balconadas de Betanzos 2018, 2019, 2024 – Certamen Fernández Leizeaga Sesé 2022. Es miembro del grupo artístico Colectivo Cero. Su obra está repartida en distintas colecciones públicas y privadas.