«Aunque tenía claro desde mi infancia que las artes plásticas era lo que más me gustaba, cuando tuve que elegir mi formación universitaria, no aposté por ellas, seguramente por falta de confianza en mí y por la inseguridad de la actividad artística. Mi elección fue diametralmente opuesta. Elegí el campo del Urbanismo influida por una clara presencia familiar en el área de la Arquitectura.
En un momento de cuestionamiento y de hastío profesional, decidí dar un cambio y apostar por ese camino que un día no me atreví a emprender. De esa forma empecé creando una firma profesional para diseñar lo que yo llamo, composición con materiales. Con un material textil, el fieltro-feltina, que me ofrece una paleta cromática para la combinación del color y me facilita un diseño ordenado en las proporciones. Un material que me sitúa en una línea muy fina entre lo artístico y la artesanía.
En mis diseños intento transmitir momentos de calma y sosiego, busco un estilo atemporal, ecléctico, que me lo permite el uso de la geometría y del color con mesura. Mi estética es minimalista, hago de la frase “menos es más” de Mies van der Rohe, mi guía casi vital. Creo que debe existir un equilibrio entre el diseño y el color, deben coexistir ambos en un plano de igualdad.
Mi inspiración viene casi siempre de la arquitectura, mis referentes, Frank Lloyd Wright, Le Corbusier, Javier Carvajal, Rafael de la Hoz, Louis I.Kahn, Oscar Niemeyer, entre otros. Y en cuanto al color, me fijo mucho en cómo los interioristas lo emplean en sus espacios, combinándolo con muebles, alfombras y complementos textiles.
He tenido la suerte de trabajar en proyectos de interiorismo hotelero como el Only You Hotel de Málaga, en el Four Season Hotel Madrid y con varios estudios de interiorismo como el de Luisa Olazábal, Erico Navazo, Galán-Sobrini, Proyecto Singular, Ventura estudio, Miguel Valcárcel, Tristán Domecq» nos cuenta Mónica.